El telescopio reflector es uno los diseños de telescopio más versátiles que están disponibles para los aficionados de la astronomía. Su relativo bajo costo y su facilidad para ser manufacturados en aperturas considerables hace que éstos sean una opción muy atractiva para la persona que está pensando adquirir su primer telescopio. No obstante, este telescopio no está exento de desventajas en su diseño. ¿Vale la pena adquirir uno? Ya veremos a continuación.
El telescopio reflector fue inventado durante el siglo 17, siendo Isaac Newton el que diseñó la versión más popular que conocemos hoy. Su telescopio, el cual sólo medía 1.3 pulgadas de apertura y tenía una razón focal de f5, remediaba la aberración cromática que se percibía en las vistas hechas por los refractores acromáticos de su tiempo debido al uso de espejos en vez de lentes, aunque añadía otras distorsiones ópticas a su vez. Una de éstas era la aberración esférica, la cual hace que las estrellas cerca del borde del campo visual muestren anillos de difracción de luz. No obstante sus defectos, el diseño revolucionó las astronomía moderna ya que permitió el construir telescopios de gran apertura, algo que no se puede hacer satisfactoriamente con los telescopios refractores. Un telescopio reflector desvía y concentra la luz reflejándola en un espejo primario o principal localizado en el fondo del tubo óptico. La luz es reflejada de vuelta hacia la abertura del telescopio, donde un espejo más pequeño o secundario la vuelve a reflejar, desviándola en un ángulo de 90 grados hacia el ocular y la vista del observador. El uso de varios espejos en la ruta de la luz hace que el alineamiento perfecto de éstos sea vital para una imagen de calidad, por lo que los telescopios reflectores deben ser «colimados» (este es el proceso de alinear sus espejos) con cierta frecuencia.
En la actualidad, todos los telescopios de gran tamaño utilizados por los observatorios científicos profesionales utilizan algún tipo de telescopio reflector como instrumento principal. Para la astronomía aficionada, la cantidad de telescopios reflectores es inmensa, incluyendo modelos para principiantes que cuestan menos de $200, hasta grandes telescopios que pueden costar más de $5,000. Por lo general, los telescopios reflectores disponibles para los astrónomos aficionados vienen montados sobre tres tipos principales de monturas: altitud-azimuto (donde el telescopio es orientado con un movimiento de arriba hacia abajo y hacia los lados), ecuatorial (donde un eje de rotación de la montura está paralelo con el eje de rotación de la Tierra y otro está perpendicular al primero), y la dobsoniana (un tipo de montura altitud-azimuto de diseño bien básico pero muy eficiente y costo efectivo).
Todo esto es muy interesante, pero para el aficionado de la astronomía que apenas está comenzando, puede ser mucha información. Por lo tanto, vale la pena preguntarnos, ¿qué tipo de telescopio reflector me conviene? Aunque esa pregunta no tiene una respuesta rápida, puedo darles el siguiente consejo: si deseas el telescopio para uso visual principalmente, te recomiendo un telescopio con una montura tipo dobsoniana como la que se muestra justo arriba. Es muy fácil de operar (el telescopio es orientado empujándolo hacia la dirección deseada), te permite manejar un telescopio grande sin inconvenientes, y es posible conseguir telescopios grandes (8″ a 12″ pulgadas de apertura) por un precio razonable. Si por lo contrario deseas usar el telescopio para astrofotografía, pues lo mejor es adquirir un telescopio instalado sobre una montura ecuatorial. ¿Por qué? Debido a la rotación de la Tierra, los objetos celestiales se mueven por el firmamento con un movimiento que sólo las monturas ecuatoriales replican de una manera satisfactoria para astrofotografía de larga exposición. Las monturas altitud-azimuto introducen en la imagen el efecto de rotación del campo visual, el cual la distorsiona.
Una última consideración importante para los interesados en utilizar un telescopio reflector para astrofotografía (y también para los demás diseños de telescopios) es que se debe conseguir el modelo con la razón focal más baja posible (la razón focal es el largo focal del telescopio dividido entre su apertura). Los telescopios con razón focal baja son considerados ópticamente rápidos porque captan más luz en menos tiempo. Un ejemplo de una razón focal baja para un telescopio es f4 o f5. Por el contrario, un telescopio con una razón focal alta como f8 o f10 se tardará más tiempo en captar la misma cantidad de luz. Por lo tanto, es altamente recomendado para astrofotografía utilizar un telescopio con una razón focal baja.
Sin embargo, los reflectores con razón focal baja tienden a sufrir de «coma». Esto es una distorsión óptica que causa que las estrellas cerca del borde del campo visual se vean como pequeñas «comas». No obstante, esto es fácilmente remediable utilizando un corrector de coma, el cual es un lente que se instala justo antes del sensor u ocular y corrige la imagen.
Los telescopios reflectores, en específico el diseño newtoniano, son perfectos para uso aficionado, siempre y cuando se conozcan sus ventajas y desventajas. Para el astrónomo aficionado, un telescopio reflector le dará mucha satisfacción y apreciación de las bellezas en el firmamento. Para el astrofotógrafo aficionado, un telescopio reflector con una razón focal baja y con la óptica debidamente corregida, es un instrumento poderoso.
¿Posees un telescopio reflector? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
Gustavo bien explicitas tus explicaciones sobre el telescopio reflector. Me interesa saber si venden los telescopios con el lente corrector de coma instalado o si hay que instalárselo. Y si esta instalación la puede hacer un aficionado.
Otra pregunta, en cuales lugares de Puerto Rico venden buenos telescopios, como por ejemplo las marcas Celestron u Orión. Cuál de estas dos marcas me recomendaría?
Las gracias anticipadas.
Por lo general, los telescopios reflectores bien económicos tienen un corrector integrado en el «focuser» porque usan un telescopio esférico de peor calidad que uno parabólico. Los telescopios más avanzados por lo general no lo tienen, por lo que debes conseguir aparte. En el otro extremo, los reflectores de marcas extremadamente sofisticadas y caras (>$5000) tienen correctores integrados.
En Puerto Rico, TelescopiosPR vende tanto Orión como Celestron. Búscalos en http://www.telescopiospr.com
Espero te ayude!