Han pasado ya varios años desde que comencé a estar involucrado en este interesante campo de la astronomía, y nunca me había dado a la tarea de observar con detenimiento a Marte, el Planeta Rojo. Resulta irónico que en el pasado he tenido telescopios excelentes para este propósito, y sin embargo me doy a la tarea armado de sólo mi Maksutov de 90mm de apertura. El texto a continuación lo voy escribiendo en mi celular a la misma vez que observo.
El seeing para mi lugar de observación nunca ha sido óptimo, y hoy no es la excepción. Observado la esfera marciana con una magnificación de 208x, se aprecian claramente las turbulencias de la atmósfera, que parece como cuando uno ve a través de vapor de gasolina.
Apreciando por primera vez este planeta, lo primero que observo es su color anaranjado pálido (al menos así lo veo en mi ocular). Definitivamente éste es el planeta rojo. Aunque todavía no me sé los nombres de las zonas oscuras de la superficie, éstas definitivamente se pueden notar claramente con un color un poco marrón. A veces se difuminan cuando el seeing empeora momentáneamente, pero luego se vuelven a apreciar.
Me pongo a reflexionar sobre cómo a llegado tan lejos la astronomía aficionada y la astronomía en general, ya que no sólo estoy observando desde mi casa un mundo extraterrestre, sino que también en algún punto de esa superficie hay robots explorando y descubriendo los misterios de Marte.
Creo que ésta es época dorada de la astronomía, en la cual tanto científicos como ciudadanos ordinarios pueden observar y estudiar mas maravillas del cosmos.
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