Tristemente, parece ser definitivo que el Radiotelescopio de Arecibo, sitio de investigación astronómica de calibre mundial y símbolo de nuestra Isla en el campo de las ciencias por décadas, será decomisado después de sufrir una serie de fallas estructurales en el sistema. Dos cables de soporte de la estructura del domo gregoriano que está suspendido sobre el plato esférico de unos 305 metros de diámetro se han soltado o partido de manera tal que han puesto la estructura en peligro de colapsar catastróficamente. Esto, al hacer muy difícil la posible reparación de la estructura de manera segura para el personal, y con el peligro de que un colapso de la estructura sorpresivo puede poner el personal de la facilidad en riesgo, no ha dejado alternativa que el evacuar y preparar la estructura para su demolición.
Es ciertamente un día muy sombrío para la astronomía a nivel mundial, y para los puertorriqueños, los cuales pierden uno de los lugares más reconocidos en la comunidad científica local e internacional. Por mi parte, tuve la oportunidad de participar en varias actividades de observación y de divulgación científica en el Observatorio hace unos años, por lo que tengo bonitos recuerdos de lo impresionante que es Radiotelescopio visto desde el mirador del Centro de Visitantes, de las exhibiciones de fenómenos físicos y curiosidades del espacio, y de la espectacular experiencia nocturna de observar objetos astronómicos con telescopios de nivel aficionado. Todo esto ocurría mientras la estructura donde está el emisor y el domo gregoriano se movía al son de las investigaciones llevándose a cabo en ese mismo momento por parte del personal científico de la facilidad.
Ojalá que de alguna manera inesperada la demolición no se materialice, y se encuentre alguna manera de Salvar el Observatorio de Arecibo. ¡Serían tan buenas noticias en este difícil año 2020! Aquí les comparto algunas fotos de días (y noches) en mejores tiempos, hace varios años atrás, en los cuales pude disfrutar de este monumento a la ingenuidad y a la curiosidad humana: